Luego mi madre se casa con un padrino de la mafia jubilado, y yo tengo como hermanastro al jefe de la mafia griega.
Nikolas Stathoulis está empeñado en arruinar mis planes bien trazados. Su reputación despiadada me hace correr por la seguridad de mi apartamento.
Pero él siempre está ahí. En el campus. En mi apartamento.
Esperando que yo juegue con sus reglas.
Ojalá pudiera ignorar sus rasgos divinos y evitar que mi corazón diera vueltas al verlo.
¿Dios griego? Bastante.
Pero es grosero, exigente y está empeñado en hacerme la vida imposible.
Dos pueden jugar este juego... ¿Verdad?
Mil gracias SP!
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